No me dejes solo, vida mía

No me dejes solo, con mis sueños muertos,

Rastros de tu amor y de tu ausencia

En la carne viva de mi amor despierto.

¡Dime en qué rincón están tus labios!

¡Dime en qué rincón están tus manos!,

Que en la noche bruja del agravio

Rueda el torbellino de tu desamor.

 

Tal vez, corazón

Al marcharte, no sabías

Mi dolor y mi agonía.

Tan sólo yo sé

Que al perderte, se perdía

Lo mejor del alma mía.

No quiero llorar y estoy llorando…

Quisiera gritar y estoy temblando…

Temblando de amor

Con mi vida sola y fría,

Donde fuiste siempre mía

¡No me dejes, corazón!

 

Muere una pregunta en cada instante

Muere en el silencio del por qué te fuiste,

Mientras que entre sombras, vida mía

Vuelves cada día, fugitiva y triste.

¡Dime en qué rincón están tus labios!

¡Dime en qué rincón están tus manos!

Que en la noche bruja del agravio

Rueda el torbellino de tu desamor.

 

Testo: Carlos Waiss
Musica: Héctor Varela  (Salustiano Paco Varela)

Registrato dall'orchestra di Héctor Varela con la voce di Ernesto Herrera.

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