Esta casa está llena de recuerdos,

Me duelen los objetos en la ausencia,

Los pasos que no escucho,

El ruido de la llave,

Los murmullos,

Y el pálido desierto de esta mesa.

 

Las palabras están por todos lados,

Tropiezo a cada rato con sus ecos,

Las cosas no comprenden,

No saben cómo hacer…

Se desvanecen,

Son humo de otro tango sin final.

 

Y te vuelvo a perder

Cada vez que recuerdo tu mirada,

Cada vez que desbarato mis olvidos

Lo callado y lo aturdido tiempo atrás.

 

Y te vuelvo a perder

Una vez y otra vez y tantas veces,

Cada vez que no me muero de tristeza,

Cada vez que sigo vivo y vos no estás.

 

En el frágil aliento de mis días

Tu perfume es un mapa sin tesoro,

Un cielo siempre lejos,

Un rumor que no cabe

En mis espejos,

La sombra de un relámpago en mis ojos.

 

Esta casa está llena de tu ausencia

Brillitos de un amor que sobrevive,

El tiempo es ignorante,

No sabe detenerse,

Eternizarse,

Y avanza hacia adelante sin cesar.

 

Testo: Raimundo Rosales
Musica: Tato Finocchi  (Fernando Finocchi)
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